VOCES Diario digital | El Salvador De la gente para la gente
Los ecos de un “mamá, te amo”, el vacío de un cuarto, el silencio de una voz, y un gran sentimiento materno han sido el principal motor y motivación que Silvia Montalván ha tenido durante nueve largos años en la búsqueda de su hijo, Rodrigo Alejandro Montalván, desaparecido el 20 de febrero de 2015.
Montalván recuerda a su hijo como un ser cariñoso, amable, educado, apasionado por el dibujo, la pintura y la manualidad. Rodrigo aprendía karate y tomaba clases, así como para dibujar y pintar.
“Él a cada rato me decía: mamá te amo. Él era lo mejor que me pudo haber dado la vida, lástima que me lo prestó tan poco tiempo”, expresó la madre.
Hoy se cumplen nueve años desde la desaparición de Rodrigo, un joven menor de edad que fue visto por última vez en los alrededores de la colonia Atlacatl en San Salvador. Nueve años y su paradero aún es desconocido y las investigaciones no han aclarado sobre los hechos que acontecieron alrededor de su desaparición.
“El niño salió y ya no regresó a casa. En la noche de ese día al ver que no regresaba ni nada no sabía qué hacer. Mi hermano fue a la Policía y le dijeron que se regresara a la casa y le dijeron que ya iba a volver, que ya iba a regresar y que lo fuera a esperar. Después, otro amigo me dijo que mejor fuera a Fiscalía a poner la denuncia porque era menor de edad, pero ya no lo encontré y hasta la fecha sigue así”, lamenta Silvia.
Aunque Silvia comenzó su búsqueda sola, con el tiempo se unió a un espacio colectivo integrado por más familiares de personas desaparecidas: el Bloque de Personas Desaparecidas en El Salvador.
Idalia Zepeda, abogada de la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (ASDEHU) y quien acompaña algunos casos del Bloque de Búsqueda, detalló a VOCES que en el caso de Rodrigo Montalván han presentado escritos a la Fiscalía General de la República (FGR). La última fue en febrero de 2023. “Se realizó una visita pues la fiscal que ahora lleva el caso, básicamente insistía que la madre firmara un acta para cerrar y archivar el caso. Nosotros nos opusimos y le solicitamos por el contrario algunas diligencias básicas de investigación”, dijo la abogada.
Zepeda comentó que las últimas diligencias solicitadas se basan en la posibilidad de que Rodrigo, en el transcurso del tiempo en el que él estuvo ausente, podría haber emitido un documento de identidad. También se solicitó la revisión de otros hechos, la realización de unas entrevistas, pero a la fecha no ha existido avances o respuestas, indicó.
El 12 de julio del mismo año, Silvia con apoyo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) presentó ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia una demanda de amparo en la que establecían que la FGR no había desplegado una búsqueda exhaustiva para encontrar a su hijo desde el momento de la desaparición de él. A la fecha, este escrito tampoco ha tenido respuesta.
Eneida Abarca, una de las personas que integra al Bloque en el que también está Silvia Montalván, cuestiona como las instituciones estatales se han mantenido permanentemente en una postura de negligencia, indiferencia, indolencia y pasividad ante la desaparición de Rodrigo Montalván al igual que muchos otros casos.
“Las madres y las familias sufrimos una agonía dolor e incertidumbre prolongado y frente a esto considero importante el apoyo en espacios como el Bloque porque solo el que pasa por esta situación puede entender este sufrimiento. Es por ello que empatizo con la Madre de Rodrigo y cuando la familia no acompaña las actividades encontramos en otras personas acompañamiento y solidaridad. Como Madre (de un hijo desaparecido) que estoy viviendo esta situación tengo impotencia porque quisiera darle una respuesta a Silvia y que acabe su dolor y agonía prolongada”, expresó la Abarca en solidaridad a la situación de Silvia y su hijo.
Para Silvia, el buscar y encontrar a su hijo es un derecho y un deseo por el que no se detiene. “Lo sigo buscando porque es mi hijo. Tengo derecho. Él tiene derecho a ser encontrado. Es un ser que he llevado por 9 meses en mi vientre, que me fue arrebatado a la fuerza”, expresó Silvia quien haciendo un llamado al Estado salvadoreño exigió avances en la materia, creando, por ejemplo, una ley de búsqueda de personas desparecidas, una oficina de banco de ADN y tomando en cuenta a las madres, padres, hermanos y demás familiares de personas desaparecidos para así finalmente algún día darles una “santa sepultura” a sus familiares.
Con edición de Morena Villatoro
