Una fue recuperada en una exhumación durante el 2016 y la otra en 2017
El Instituto de Medicina Legal “Dr. Roberto Masferrer” entregó esta mañana dos osamentas, recuperadas tras la masacre de El Mozote y lugares aledaños. Los cuerpos fueron recibidos por Óscar Leonel Tobar, presidente de la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El Mozote (APDHEM), acompañado por la organización de derechos humanos Cristosal.
“Ahora Medicina Legal nos ha hecho la entrega de ellos dos porque se habían quedado porque querían hacerles unas pruebas pendientes, pero, ahora sí, ya los llevamos a sus familiares para que puedan tener su vela esta noche y el día de mañana el entierro en los respectivos lugares allá en Morazán”, dijo Tobar.
Los restos corresponden a José Santos Ramírez, quien fue encontrado tras una exhumación en 2017, en el llamado «Sitio 22», ubicado en el caserío Posa Honda, cantón Cerro Pando, Meanguera, departamento de Morazán.
El otro corresponde a José de la Paz Pereira, recuperado en exhumación del año 2016, en el denominado «Sitio 16», terreno ubicado en caserío Toriles cantón Guacamaya, Meanguera, Morazán.
De acuerdo con dos declaraciones testimoniales de sobrevivientes, Pereira perdió a 8 familiares durante de la masacre. Pereira sobrevivió, pero tras enterrar a sus familiares asesinados, se quitó la vida en el mismo lugar donde había enterrado a sus seres queridos, señaló Cristosal.
“Este día por fin se ha logrado obtener la restitución de dos restos de víctimas de la masacre de El Mozote y lugares aledaños. El Instituto de Medicina Legal, por orden de la jueza de instrucción de San Francisco Gotera, ha entregado estos restos”, explicó Guadalupe Hernández, abogada de justicia transicional de Cristosal y representante de las víctimas de la masacre.
De acuerdo con Tobar, queda pendiente la entrega de osamentas de otro grupo de personas que son parte de La Joya y otros del Cerro Pando que fueron encontrados en una de las exhumaciones más recientes. “Esperamos que los puedan entregar lo más pronto posible”, dijo.
A más de 40 años desde la perpetración de este crimen de lesa humanidad, el proceso judicial aún continúa en fase de instrucción pese a existir suficientes pruebas, explicó la abogada.
Con edición de Diego Hernández