42 dos años han transcurrido desde la emboscada y asesinato de los cuatro periodistas holandeses, un crimen de lesa humanidad perpetrado el 17 de marzo de 1982 por el Batallón Atonal de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES). Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag, son los nombres por lo que piden aún verdad y justicia.
Más de 200 estudiantes de periodismo de la Universidad de El Salvador (UES) se dieron cita en un foro denominado “Crímenes contra periodistas y libertad de expresión: conmemoración de los 42 años caso 4 periodistas holandeses”, en el que conocieron de primera mano sobre este caso y la impunidad que ha imperado sobre el mismo.
Los titulares del Ministerio de Defensa, la Policía de Hacienda, el Estado mayor y Cuarta Brigada de Infantería situados en Chalatenango fueron los autores y cómplices de emboscar y asesinar a esos periodistas, detallaron con base en el Informe de la Comisión de la Verdad de Naciones Unidas.
Una de las ponentes, la embajadora de los Países Bajos en Costa Rica para Centroamérica, Christine Pirenne, mencionó que aún recuerda cuando la noticia de este crimen salió al mundo. “Fue un impacto en la sociedad nuestra. Fue un equipo completo de periodistas silenciado”, dijo.
Desde 2018, cuando se presentó la denuncia y el caso se abrió, hasta la fecha, las familias de los cuatro periodistas holandeses aún continúan esperando verdad y justicia. Sin embargo, la esperanza de las organizaciones ahora se centra en que próximamente el caso avance en la siguiente etapa judicial.
Al momento se encuentra en la etapa de recopilación de pruebas y evidencias, pero destacaron avances en los últimos años como la captura de altos mandos militares y la petición de extracción del coronel Mario Adalberto Reyes Mena, quién reside actualmente en Estados Unidos y es señalado como el principal autor intelectual del asesinato.
En el evento participaron el rector de la Universidad de El Salvador, Juan Rosa Quintanilla, el presidente-director de Fundación Comunicándonos, Oscar Pérez y Christine Pirenne, de la embajada de los Países Bajos.
Con edición de Morena Villalobos