Tras el aumento en la cantidad de hospitalizaciones y casos de covid-19 por la variante ómicron en todo Estados Unidos, las autoridades médicas de California se han visto en la necesidad de tomar medidas extremas.
A través de una guía, a los trabajadores de la salud asintomáticos que hayan dado positivo o hayan estado expuestos al virus les están dando la oportunidad de regresar inmediatamente a sus labores, una decisión que no todos ven con buenos ojos.
Bajo estas condiciones se han generado dudas puesto que la necesidad de cubrir la demanda hospitalaria en los diversos centros de salud, también se generan condiciones infrahumanas que permite un mayor estrés mental y corporal para los trabajadores de salud.
Aún se discute la posibilidad en que los trabajadores sociales regresen a los hospitales.