En el marco del Día de la Resistencia y Dignidad Indígena, representantes del Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS), junto a otras organizaciones indígenas del pueblo Nahua, Lenka y Kakawira, urgieron al Estado salvadoreño el cese a los proyectos extractivistas que atentan contra la “Madre Tierra” y su identidad cultural.
“Nos preocupa el deterioro medioambiental, el desarrollo urbanístico que las grandes empresas están instalando y todo esto conlleva la destrucción de la biodiversidad, de nuestros sitios sagrados en donde espiritualmente nos encontramos llenos de armonía y de equilibrio con la Madre Tierra, y eso destruye nuestra identidad cultural”, manifestó Juliana Ama, mujer indígena e integrante del CCNIS.
Los representantes de las organizaciones afirmaron que los pueblos indígenas han resistido durante siglos acciones como la colonización española de 1492 y el genocidio como la masacre de 1932 perpetrada hace 91 años. En este marco, los pueblos han velado permanentemente por la Madre Tierra, que para ellos contempla “toda la vida”, incluyendo los bosques, praderas, la vida marina, el hábitat, entre otros.
El concepto de la Madre Tierra resguarda un significado simbólico que define la relación de estos pueblos con la tierra, el territorio, el agua, y demás recursos, debido a que constituye la base física, cultural y espiritual de su existencia, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de Naciones Unidas.
“Históricamente hemos vivido donde ahora se le ven como paraísos donde pueden desarrollar proyectos urbanísticos. Se han convertido objetivos claros para las empresas y el Estado salvadoreño con una posibilidad de generar ganancias”, sostuvo Rubén Vásquez, de la Red Nacional de Jóvenes Indígenas.
Frente a este escenario denunciaron la negación de las autoridades salvadoreñas en firmar el Acuerdo internacional de Escazú. “El gobierno no tiene, ni tendrá interés de ratificarlo porque está dando permisos ambientales a las grandes empresas extractivistas y de construcción”, señaló Marcelo Galicia, también de la Red de Jóvenes Indígenas.
“Es muy importante que los pueblos indígenas tengamos ese mecanismo que actualmente casi todos los países de América Latina y el Caribe lo han rectificado. Esto constituirá un papel muy importante para la protección de derechos humanos y ambientales y a las personas defensoras de derechos humanos, sobre todo a las que estamos en el territorio”, añadió Galicia.
Con edición de Diego Hernández