El Salvador, entre otras cosas, se caracteriza por ser religioso o tener fe en un ser supremo. Esto fue reiterado recientemente en la encuesta de Estudio de Humor Social y Político de Observa El Salvador (Universidad Francisco Gavidia) este 2024 al revelar que el 99% de los encuestados afirmaron creer en Dios.
Nubia Lazo, teóloga e integrante de la organización Católicas por el Derecho a Decidir El Salvador, afirmó que la mayoría de la mujeres en El Salvador también se identifican como cristianas o pertenecen a algún grupo religioso.
De la fe a la reflexión
“Muchas de las mujeres entramos en conflicto con cómo es posible que una mujer católica que ha tenido todos los sacramentos o se identifica como una mujer católica en este país también puede ser feminista y estar en contra de la opresión patriarcal”, comentó Lazo.
El feminismo católico, según lo explica la teóloga, es una corriente dentro del movimiento feminista en El Salvador. Esta se define como una postura alternativa o disidente dentro de las iglesias, comunidades de fe y espacios de espiritualidad y en la cual analizan el ejercicio histórico de discriminación y exclusión que las mujeres han enfrentado hacia los espacios de tomas de decisión.
“Las mujeres históricamente en las iglesias han sido ocupadas para arreglar el altar, para estar cuidando de las niñas y niños. Muy rara vez vemos a las mujeres frente al púlpito o tomando ejercicio de liderazgo. Sin embargo, cuando ha habido situaciones de crisis han sido las mujeres las que han tomado la batuta y lo han hecho bajo ese principio del servicio al otro y a la otra, donde se nos ha encasilladlo eternamente, pero donde no se reconoce que ellas también son capaces como personas de tomar decisiones desde la racionalidad, desde la plena conciencia y en la búsqueda de un mejor mundo. Eso es lo que está a la base de este catolicismo feminista”, sostiene.
Uno de los conceptos centrales de la corriente feminista católica es la libertad de conciencia. Esta, explica la teóloga, tiene que ver con que las personas, desde la individualidad, pueden pensar, reflexionar y decidir sobre lo que más favorezca a sus vidas. Esto también está ligado al derecho a la información y al conocimiento, pero también bajo el principio de no dañar a otras personas a través de lo que decidan.
Lo anterior también se conecta con el estado de laicidad en El Salvador y reconocido por la Constitución en su artículo 25: “Se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones, sin más límite que el trazado por la moral y el orden público”.
“Hay un artículo dentro de la Constitución que habla acerca del reconocimiento de la libertad de credo y que habla del conocimiento de la diversidad de la población, entonces, desde ahí ya se da por entendido que el Estado es laico. Para nosotras es importante porque el catolicismo no es único, es diverso. Segundo, porque el cristianismo no es solamente católico, es diverso, y también porque la fe tiene múltiples expresiones y todas las personas deberían de sentir seguridad de poder expresar su fe. Lo que no puede haber es una vinculación de una fe particular en las políticas públicas que lastimosamente es lo que está ocurriendo en el país. Un grupo particular con intereses particulares está modificando las leyes, edificando las políticas públicas y detractando por completo todos los principios de pluralidad que están inmersos en la Constitución”, dijo.
Recientemente, durante una entrevista con la directora de Moms for Liberty (madres por la libertad), Catalina Stubbe, el presidente de la República, Nayib Bukele, reafirmó la prohibición en El Salvador de material educativo relativo a la diversidad sexual y perspectiva de género. “Nosotros no permitimos esas ideologías en las escuelas y en los colegios. Creo que es importante además que la currícula no lleve ideología de género y todas esas cosas”, dijo el presidente.
Pocos días después, el ministro de Educación, José Mauricio Pineda, afirmó en su cuenta de X, que todo uso o todo rastro de este material había sido retirado de las escuelas públicas. De la mano con esto, según reportaron diversos medios de comunicación, el Ministerio de Salud ordenó retirar el material sobre diversidad sexual de centros de salud.
En octubre de 2022 también fue cuestionado el Canal 10 luego que una franja educativa este transmitiera una clase en la que explicaba el significado el término de “orientación sexual”. La transmisión estaba a cargo del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD). Luego de dicha transmisión, el directo de INFOD fue removido de su cargo, anunció el MINED.
Del cuestionamiento a feministas católicas
Griselda Mata, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir, sostiene que no solo El Salvador tiene características patriarcales, es decir, un sistema de dominio institucionalizado que mantiene la subordinación e invisibilización de las mujeres y todo aquello considerado como ‘femenino’; sino que también, la misma Biblia (la principal fuente de fe y doctrina del cristianismo en el mundo) lo es.
“Nosotras sí consideramos que es posible ser una mujer de fe, mujer creyente y una mujer feminista, porque partimos de que hay corriente teológicas feministas que nos refuerzan mucho o son nuestra base respecto a que las mujeres tenemos y hemos jugado un papel importante en la historia de la humanidad. Ahora, las mujeres de fe hemos comprendido que podemos reivindicar los derechos de las mujeres aun siendo católicas y no va en contra de Dios, no va en contra de mis principios, ni mis creencias. Las mujeres cristianas pueden creer en lo que quieran creer, pero pueden también ser feministas porque se unen a esta lucha”, dijo Mata.
Frente a estas corrientes, aseguró la presidenta de la organización, se han fortalecido discursos de grupos conservadores en el país, así como dentro de las mismas iglesias. “Para ellos (pastores, padres, etcétera) es estigmatizar, hablar o satanizar le ideología de género porque muchas de las mujeres se están descubriendo y entendiendo que no pueden seguir al pie de la letra la Biblia, porque, primero, es una escritura hecha por hombres, y donde se reivindica más el papel de los hombres que el de las mujeres”, mencionó.
En este sentido, Griselda Mata afirmó también que, así como en otras corrientes del feminismo, el feminismo católico se identifica ante la necesidad de que en El Salvador las mujeres tengan derecho a abortar. “No hay ningún tipo de conflicto en eso. Más bien, creo que hay una gran conexión entre lo cristiano, creyente, la fe y el feminismo. Creemos en una causa justa, necesaria, que tiene que ver con condiciones dignas para las mujeres y como uno de los valores grandes que tenemos como mujeres o principios es la justicia social; hay necesidad de despenalizar el aborto”, señaló, agregando que se unen a la lucha feminista de erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres, de acceder a mecanismos de prevención de embarazos a temprana edad, “a desafiar todo en un sistema patriarcal y opresor a la sexualidad de las mujeres y a la vida de estas”.
Nubia Lazo y Griselda Mata lamentan que, en El Salvador en vez de avanzar en el reconocimiento de las libertades y derechos de las personas y mujeres, estos han retrocedido. Sumado a esto, en el país continúa un sistema que excluye, coincidieron. “Para nosotras lo más importante es la libertad de conciencia y que en esa libertad de conciencia yo y todas las mujeres tengan derecho a decidir”, dijeron.
Ante esto, desde la organización a la que pertenecen, garantizar el aborto como parte de los derechos sexuales y reproductivos, o solo avanzando con la de Educación Sexual Integral, significarían hitos importantes. “Pero ni siquiera eso hemos llegado, más bien hemos retrocedido. Parece que estamos entrando o retrocediendo unos 20 años atrás y eso nos preocupa mucho”.
Católicas por el Derecho a Decidir en El Salvador es una organización fundada en el país en 1994 y busca defender el pluralismo religioso y autoridad moral de las mujeres para decidir sobre su cuerpo, sexualidad y reproducción. Este 28 de febrero también presentaron su campaña «Católicas y Feministas ¡Claro que sí!», con la que buscarán posicionar en el país la fe y el feminismo en conjunto y romper estereotipos alrededor de estos.
“Vamos a resistir hasta donde podamos”, manifestó Graciela Mata, presidenta de la organización.
Con edición de Diego Hernández