miércoles , marzo 22 2023

Una rosa que duele, que inspira y que no se olvida: Madre Vicky, luchadora por la justicia que siempre vivirá


Foto: Madre Vicky frente al monumento en honor a las victimas del conflicto armado.

Con una rosa blanca sobre sus manos que abiertas siempre estuvieron para ayudar a los demás, con sus ojos que cansados estaban por las incontables y graves violaciones a derechos humanos que observó desde los 70´s cuando ella nació, con sus pies que por tantos años caminaron las calles pedregosas de impunidad en El Salvador, que fue la causa justa que su madre le legó; con su sonrisa enternecedora, junto a dos palabras que ahora me aprietan el corazón: “mi niño”, como me llamaba cuando hablaba con ella y así como dulcemente trataba a todos; y con un corazón inmenso que aún dolido por sus familiares que un Estado indoloro le arrebató, jamás dudaba a la hora de velar por todos sus conocidos y con su familia: las víctimas del conflicto armado… Así la quiero recordar.

Durante la mañana del 10 de febrero conocí esa noticia, en la que ya no oiría aquellas palabras (mi niño) … aquellas palabras que oía en cada actividad sobre memoria histórica, sobre la lucha de verdad y justicia, sobre la exigencia de las víctimas del conflicto armado que continúan siendo ignoradas.


Soy un joven salvadoreño, un joven periodista, un joven que, a través de sus textos, junto a mis compañeros y amigos, trata de darle voz a estas vidas inocentes que tantos hechos graves han vivido, y que, para mí, se han convertido una tarea difundir a la luz del ejemplo que Madre Vicky dejó.


Ella, ahora un ángel y al mismo tiempo una rosa… ella duele porque fue una mujer que vivió por la búsqueda de la verdad y justicia, que vivió por darle voz a muchas mujeres que por temor no tenían; ella que vivió bajo las consignas de “vivos se los llevaron, vivos los queremos”; ella que vivió bajo las enseñanzas del mismo Óscar Arnulfo Romero; ella que dirigió al histórico COMADRES, nos dejó.


Nos dejó por causas naturales, tal como lo expresó la abogada de los comités de madres, Jayme Magaña: “porque es natural que una persona que ha sufrido como las víctimas del conflicto armado tenga problemas del corazón, la presión, los riñones…”.


Así como un joven periodista reconoce y siempre recordará el rostro y lucha de madre Vicky, así mismo lo harán más personas, defensores de derechos humanos, y otros que por más tiempo tuvieron el privilegio de conocerla en vida.


“De Madre Vicky lo que nos va a quedar, va a ser su sonrisa, su alegría y su lucha desde que era una niña, una lucha en contra de la impunidad”, expresó el exdirector de Pro-Búsqueda y férreo defensor de los derechos humanos, Eduardo García.

“Cuando recuerdo a Madre Vicky, en lo primero que yo pienso es amor, lucha, entrega, coraje, fuerza y muchísimas cosas que verdaderamente representa esa incansable lucha por lo que se cree y por lo que verdaderamente vale la pena”, dijo Claudia Monterrosa, una historiadora de la Universidad de Vanderbilt de Estados Unidos y que actualmente se encuentra investigando sobre la misma historia de la que Madre Vicky fue, es y será parte.

Asimismo, el padre Fredis Sandoval, de la Concertación Monseñor Romero, aseveró que recordará a esta maravillosa mujer como una salvadoreña, una defensora de los derechos humanos, una víctima del conflicto armado y una luchadora por la verdad y justicia.

Madre Vicky: una rosa que duele, que inspira la lucha de la causa justa y necesaria, y una mujer cuya vida jamás será olvidada, porque su legado es inmenso, es icónico, es histórico y es un legado del compromiso por la verdad.


Jamás morirá porque siempre vivirá es nosotros y en la historia de El Salvador que aún anhela una verdadera paz, verdad, justicia, reparación, garantías de no repetición y la memoria histórica, de la cual ahora madre Vicky forma parte.


Madre Vicky descansa, pero su lucha jamás cesará.

Foto: Madre Vicky (1970-2023)

About David Ramírez

Periodista de VOCES

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