Abogados de la Unidad de Defensa de Derechos Humanos y Comunitarios de El Salvador (UNIDEHC), junto a familiares de Javier Reynaldo Gonzales, un joven detenido a inicios de abril, interpusieron un aviso ante la Fiscalía General de la República (FGR), debido a que más de un mes ha transcurrido desde que el joven obtuvo medidas sustitutivas a la detención, pero sigue privado de libertad.
“A la fecha, no hemos obtenido la libertad de Javier a pesar de que ya hay una orden judicial de que le indica a Centros Penales que el joven debe salir con medidas sustitutivas a la detención”, aseguró Rudy Joya, vocero del UNIDEHC.
De acuerdo con el abogado, el caso data desde abril. Previo a su detención, la policía le consultó a la FGR si tenía algún caso abierto o investigación penal en su contra. La institución le respondió que no. Dos semanas después, el 8 de abril, fue detenido.
En el transcurso de su detención y movilización a bartolinas (ahora se encuentra presuntamente en el centro penal de Izalco), el joven también fue víctima de tortura psicológica, según el abogado Joya.
Frente a este escenario, el equipo de UNIDEHC presentó el mismo mes un aviso penal por la captura “arbitraria” y otras vulneraciones en contra del joven. En mayo, el Tribunal Tercero Contra el Crimen Organizado otorgó medidas sustitutivas a la detención. Fiscalía no interpeló dicha decisión.
El nuevo aviso penal presentado es en contra del director general de Centros Penales, Osiris Luna; Ricardo Ernesto Salguero, director del centro penal de Izalco; y en contra de toda la Dirección General de Centros Penales por los delitos de privación de libertad por funcionario o empleado público, limitación indebida a la libertad individual de las personas e incumplimiento de deberes.
“Creo que el Estado debe ser responsable que así como lo capturaron e hicieron toda la noticia diciendo que él era un criminal buscado por la ley, así deberían de ser rápidos y ahora aceptar que no solo no es pandillero, sino que ya tiene orden de libertad y sacarlo”, agregó el abogado.
Con edición de Diego Hernández