Escritor, dibujante, artista, padre revolucionario y conquistador.
El dibujante argentino, Joaquín Salvador Lavado, creador de las famosas viñetas de Mafalda, cuyo nombre fue inspirado en la película «Dar la cara», basado en la novela de David Viña, ha muerto este miércoles a la edad de 88 años a causa de un accidente cerebro vascular, una figura que inspiró tanto de tantas maneras diferentes, que tantas veces dijo todo lo que había que decir en cuatro recuadros en un pequeño espacio en la hoja del periódico del domingo, hoy nos queda su legado; a través de su arte.
Inspiración, fuerza, motivación e irreverencia fueron algunas de los frutos de los trazos de Quino, «Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante», «Mamá, ¿Qué te gustaría ser si vivieras?», muchas frases adelantadas a su tiempo, frases que de seguro un día encontrarían su tierra fértil para inspirar una generación de jóvenes, en medio de una dictadura, poder decir todo sin tener que escribir un solo diálogo en sus tiras.
En aquel escenario, resultaba impensable que una niña con apariencia inofensiva, pero que con agudeza y simpleza criticaba la guerra y los golpes militares en Argentina, lograría pasar por alto el estrecho filtro de la censura. La delicadeza de su acidez permitía a Mafalda entrar a los periódicos y dar así un haz de luz a los reprimidos, invitándolos a pensar, a atreverse, recordándoles que la realidad tenía dos caras.
Hoy ya no está entre nosotros, pero su chispa y creatividad sin duda quedará entre nosotros por mucho tiempo, esperando que la dulce imagen de una niña de 10 años siga llamando la atención de los más pequeños, haciéndolos de alguna manera cuestionar, cuestionarse y seguir cuestionando. «-¿Pero que haces aquí con el televisor desenchufado Mafalda? -¡Pensar! Alguna vez quería darme el lujo de pensar mientras lo estoy sentada mirándolo»