La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y la Mesa por la Sostenibilidad del Agua y el Medio Ambiente (MESAMA) llamaron a la sociedad y autoridades estatales a fomentar la educación climática, profundizar la organización desde las comunidades y la resiliencia como respuestas y alternativas ante la crisis climática que atañe al país.
A través de la ciencia comunitaria, organizaciones ubicadas en Ahuachapán, a los alrededores del manglar en el sitio RAMSAR, Barra de Santiago, playa el Metalío y otros territorios, impulsan un Sistema de Monitoreo Hidroclimático Comunitario, que es un mecanismo local de gestión de riesgo y que busca proteger la vida y los ecosistemas.
Lo anterior, a la base de la generación de información técnica científica territorial proveniente de la medición diaria de la lluvia, temperaturas, pozos y manglares. “El objetivo es documentar, evidenciar el impacto del cambio climático en los ecosistemas locales y la toma de decisiones tempranas sobre medios de vida (agricultura y pesca)”, detallaron en un comunicado.
Como resultado de su trabajo han logrado evidenciar situaciones preocupantes para los ambientalistas y comunidades. Entre estos hallazgos, enfatizaron que los humedales en la zona costero-marina del Occidente del país están bajo amenaza ante factores como las industrias extractivas como monocultivos de caña, plátano y soja, así como malas prácticas del agua de estas industrias, mala gestión de desecho y vertidos de industrias turísticas y la deforestación indiscriminada.
“No queremos ser las clases empobrecidas, las mujeres, las juntas de aguas, ni la naturaleza quien pague las cuentas de estas empresas, de estos países desarrollados que sostienen sus niveles de vida sobre la explotación a la naturaleza y sobre los daños que nos están causando. Necesitamos que educar, generar conocimiento de educación climática, generar ciencia desde la comunidad y fortalecer las bases organizativas sea también una política de Estado”, sostuvo Carolina Amaya de UNES.
Con edición de Diego Hernández