El presidente de Francia, Emmanuel Macron, reconoce el papel de su país en el genocidio que secundó hace un cuarto de siglo en Ruanda.
“Hoy aquí, con humildad y respeto, he venido a reconocer nuestras responsabilidades. Reconocer nuestra responsabilidad es un gesto sin contrapartida, una exigencia con nosotros mismos y una deuda hacia las víctimas”, ha dicho el jefe de Estado francés en un discurso pronunciado este jueves en Kigali, capital de Ruanda.
Así, el presidente galo se ha referido a la matanza del pueblo ruandés en 1994, cuando en tan solo 100 días, el 70 % de la etnia tutsi de Ruanda fue exterminada y murieron muchos hutus moderados, otro grupo étnico, que defendieron a sus vecinos o se negaron a dejar sus casas cuando se dio la orden de evacuación.
Macron ha admitido, asimismo, la responsabilidad de Francia en la muerte de más de 800 000 ruandeses, “no comprendimos que estábamos al lado de un régimen genocida”, ha lamentado.