Preocupa a organizaciones la presencia de empresas mineras en El Salvador

La Mesa Nacional Frente a la Minería, junto a otros espacios ambientalistas, manifestaron su preocupación frente a la confirmación de la presencia de empresas mineras en El Salvador, pese a que existe una ley aprobada hace más de siete años que prohíbe expresamente dicha actividad.

Esto lo confirmaron las organizaciones con una reciente publicación periodística de la Revista Elementos que reveló que Titán Resources, una empresa minera con sede en Estados Unidos tiene interés de explotar oro y plata en donde se ubica la antigua mina Dorada que fue propiedad de Pacific Rim, año antes de ser prohibida la minería en El Salvador.

La Mesa sostuvo que algunas personas llegan a diversas comunidades, como las ubicadas aledañas a El Dorado, y se hacen pasar por representantes de oenegés, pero que sus objetivos son la compraventa de grandes extensiones de tierra en áreas de interés minera. Este tipo de situaciones se han denunciado desde la Mesa, incluso, desde 2019, aseguraron.

“Lo que señalamos como espacio es que esta lógica de empresas mineras responde a que hay una voluntad de permitir el funcionamiento”, explicó Luis González, ambientalista de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) e integrantes del colectivo. Esto, sostuvo, debido a que el Estado salvadoreño se enfrenta a una crisis económica y busca la generación de inversiones.

En este sentido, las organizaciones reiteraron que temen la reversión de la prohibición de la minería metálica, pues su regreso agravaría aún más la crisis del país “ya que al problema económico se sumarían los conflictos socioambientales producidos por las empresas mineras”, indicaron en un comunicado.

Por eso, exigieron al Estado salvadoreño cumplir con lo estipulado en la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, y elevar al estatuto constitucional el derecho humano al agua y la prohibición de esta actividad minera. También pidieron solventar deudas pendientes ambientales que esta actividad extractiva provocó antes de su prohibición. “Todo tipo de actividad extractiva contamina, pero el caso de la minería metálica de oro y plata es la más contaminante”, añadió el ambientalista González.