Gabriel Labrador, relator para la libertad expresión de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES), afirmó que de enero a marzo de este año ya se contabilizan 53 agresiones en contra periodistas. De continuar con esta tendencia es posible que se sobrepasen los registrados en 2022, señaló.
“Estadísticamente si continuamos el nivel de agresiones que hemos recibido durante estos tres meses, probablemente vamos a superar los niveles de agresiones de 2022. Si continúa la misma tendencia vamos a terminar el año con cerca de 230 denuncias”, dijo Labrador.
En el Día Internacional de la Libertad de Prensa, APES expuso su informe sobre la situación de prensa durante 2022, año en el que registraron un total de 136 casos de agresiones en contra de periodistas, correspondientes a 161 personas.
Las principales agresiones que identificó APES fueron ataques digitales, restricciones al ejercicio periodístico, declaraciones estigmatizantes, acoso digital, acoso laboral, vigilancia y seguimiento, difamaciones, entre otras.
A diferencia de los hombres, las mujeres periodistas sufrieron agresiones cargadas de violencia sexual y acoso, agregó Labrador.
El escenario para la prensa en 2022 también obligó a 11 periodistas a abandonar el país, aseguró la organización. Tres de ellos de forma permanente: dos hombres y una mujer.
Señalaron que, con base a la documentación del Centro de Monitoreo de la APES, en el 49% de los casos se identificó como agresor a personería del Gobierno como funcionarios de segundo grado o de elección popular. Seguido de ellos, señalaron a elementos de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES).
APES exigió al Estado salvadoreño detener la criminalización y persecución de las y los periodistas y que haga valer los derechos a la libertad de expresión, la libertad de prensa, y el acceso a la información, lo cual, afirmaron, son necesarios para mantener una democracia.
Este mismo día, Diario El Mundo denunció que uno de sus fotoperiodistas fue agredido por un motorista de la ruta 40, que administra el Ministerio de Obras Públicas, junto a un vigilante cerca del lugar, quien “intentó sacar su arma de fuego, pero ante la mirada de los transeúntes, no terminó la acción”.
La presidenta de APES, Angélica Cárcamo condenó esta agresión y exigió a las autoridades salvadoreñas el respeto de la labor periodística. “Reitero que los recursos de odio puede convertirse en ataques, como este caso”, dijo en su cuenta de Twitter.