En el marco del Día Internacional de la Tierra, el Movimiento Político Rebelión Verde El Salvador (REVERDES) exigió al Estado salvadoreño tomar acciones para mitigar los efectos de la crisis climática.
“Mantener una postura global por la Justicia Climática y una política nacional coherente, orientada a la conservación de los ecosistemas, que implicaría abandonar el modelo extractivista y depredador implementado por su gobierno –Nayib Bukele- hasta la fecha”, demandó la organización.
Señalaron que existen acciones y políticas “depredadoras” de los bienes naturales salvadoreños llevadas a cabo por los grupos económicos predominantes, y que, como consecuencia, generan condiciones de vulnerabilidad socioambiental que, sumadas a los impactos del cambio climático, dan como resultado la ocurrencia de desastres socioambientales.
Como ejemplo de ello mencionaron al huracán Mitch, Stan, Ida, las sequías del 2014, 2015 y 2016, que, a su vez, generaron pérdidas anuales por más de $400 millones en promedio al año durante los últimos 30 años.
En El Salvador, actividades y proyectos como la minería del Bitcoin, la inminente actividad de minería metálica, los proyectos inmobiliarios y turísticos que depredan la cobertura arbórea, son amenazas latentes para los bienes ambientales y la misma población salvadoreña debido a que contaminan el agua, la tierra, el aire; genera situaciones de riesgo, la pérdida de cultivos y causa el éxodo de familias empobrecidas, explicaron.
A nivel mundial se ha advertido que, en 2030, tomando en cuenta las políticas actuales de los gobiernos del Norte Global, las emisiones de gases de efecto invernadero incrementarán un 11% respecto al 2010, según el informe de Naciones Unidas (ONU) para la COP 27, desarrollado en noviembre del año pasado en Egipto.
Por su parte, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) manifestó en su sexto informe que el ritmo y la escala de las medidas adoptadas hasta el momento, así como de los planes actuales, son insuficientes para hacer frente al cambio climático.
“Lo realmente crítico es la inacción climática por parte de los países del Norte Global, es decir, que no se hagan reducciones profundas e inmediatas en las emisiones de CO₂, puede llevarnos a incrementos en la temperatura que podrían superar más de 4º C para finales del siglo”, dijo Reverdes.
Según el IPCC, con una temperatura de 1,5 °C se producirá un aumento de las olas de calor, se alargarán las estaciones cálidas y acortarán las frías; mientras que, con 2 °C, los episodios de calor extremo alcanzarían con mayor frecuencia umbrales de tolerancia críticos para la agricultura y la salud. El incremento de hasta los 4 °C o mayores acarrearía “efectos catastróficos inimaginables para la vida en el planeta Tierra, principalmente para la existencia de la humanidad como la conocemos”, dijo la organización.
REVERDES llamó a los Estados a nivel mundial a dejar de ser instrumentos de proyectos económicos capitalistas y transformarse en Estados que promuevan un estado de absoluto bienestar para humanidad, para así poder evitar lo que denominaron “un apocalipsis ecológico”.