La periodista graduada de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” y que ejerce su profesión en uno de los medios de comunicación más importantes del país, Graciela Barrera, aseguró identificarse con el compromiso por contar la verdad que Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag tuvieron cuando se adentraron en El Salvador autoritario y golpeado por el conflicto armado de los 80s.
“Yo me identifico totalmente con el compromiso de los 4 periodistas holandeses y creo que es un ejemplo para los periodistas que estamos iniciando” dijo Barrera. Los periodistas holandeses de IKONTV se encontraban en el país porque estaban retratando la realidad del pueblo salvadoreño que los poderes establecidos no querían que la comunidad internacional supiera.
Koos Koster, el líder del equipo, también se había adentrado en otros contextos latinoamericanos donde las dictaduras también reinaban. En Chile, Koster inclusive fue capturado por las autoridades de la dictadura militar de Pinochet y apresado en el estadio Santiago en 1973. Después de tres días, y tras haber presenciado torturas y ejecuciones, el periodista holandés fue expulsado hacia los Países Bajos.
Sin embargo, Koster no claudicó con su compromiso por contar la verdad y paseó por México, Argentina, Perú y finalmente El Salvador.
“Una de las cosas más importantes dentro del periodismo es eso: tener ese compromiso con la verdad y encontrar las formas de contar lo que está sucediendo», dijo Barrera sobre el ejercicio periodístico; rasgo que los 4 periodistas holandeses tenían en su interior.
Estando en El Salvador de los escuadrones de la muerte y la dictadura militar, Koster hace una comparación entre Chile y el país centroamericano. “En el Chile de Pinochet, no vi un despliegue tan abierto de poder por parte de los militares y la policía. En cambio, en El Salvador, organizaciones paramilitares y fascistas como Unión Guerrera Blanca, funcionan tan abiertamente que nunca te sientes seguro. Por primera vez, también me siento amenazado”, escribió en su diario.
Aquí, los periodistas entrevistaron a personas como Roberto D’Aubuisson, acusado de ser el autor intelectual de Monseñor Romero, el presidente José Napoleón Duarte y el mismo Monseñor Romero. Pero también entrevistaban a la gente salvadoreña para conocer qué estaban viviendo en medio de la cruenta guerra que dejó más de 75,000 muertes.
Por esto mismo es que los poderes estatales y militares planificaron la emboscada y asesinato de los 4 periodistas holandeses.
Ahora, las nuevas generaciones de periodistas también sienten el compromiso con decir la verdad en situaciones donde es el pueblo salvadoreño el que sufre más. “Decidí que quería ser periodista a mis 19 años, porque en toda la rama de comunicación, encontré que con el periodismo yo podía hacer algo sumamente valioso… el hecho de sentarme a escuchar a las personas y que te cuenten la realidad de lo que están viviendo y que también vos luego podas plasmar y visibilizar esa situación me pareció un rol bastante importante de la sociedad”, explicó Barrera.