“No hay noticias de ellos. No sabemos nada. Siempre es lo mismo. Nadie dice nada de ellos”, expresó Paula Antonia Rosales, la madre de Fernando Ernesto Sánchez Rosales y Cristian Mauricio Sánchez Rosales, ambos reportados como desaparecidos desde noviembre de 2015.
De acuerdo con la madre, los hermanos Sánchez trabajaban como cultivadores en una milpa cercana de donde vivían. Ellos viajaron el 29 de noviembre de 2015 en dirección hacia el cantón Atiocoyo, en La Libertad, pero no regresaron. Al momento de su desaparición, Fernando tenía 25 años y Cristian 19.
Nueve años después de la desaparición, Antonia sostuvo que las autoridades salvadoreñas no informan sobre avances en la investigación del caso y que cuando ella se ha intentado comunicar, las mismas autoridades no han respondido.
“Queremos saber la verdad de ellos. Qué fue lo que pasó. Que las autoridades me ayudaran a investigar, pero nadie hace nada, y aquí todos los extrañamos”, expresó.
A inicios de octubre de 2024, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) presentó un escrito ante la Sala de lo Constitucional, en el marco de su nueva configuración, en el que instó resolver cuatro demandas de amparo de cinco personas desaparecidas entre 2011 y 2015. Entre estos casos, figuró el de los hermanos Sánchez.
Con edición de Diego Hernández