VOCES
Este hito ambiental le permite a la compañía avanzar a nivel global y local con sus metas ambientales establecidas para el 2030 y minimizar su impacto en el proceso productivo. Además, se alinea con el objetivo de esta efeméride al utilizar responsable y eficientemente los recursos energéticos para promover las energías limpias y cuidar nuestro ambiente.
Acerca de la planta en Sitio del Niño Inició operaciones en el año 1963 en El Salvador. actualidad, produce más de 80.000 toneladas métricas anuales de papel higiénico, servilletas y toallas de papel de la marca Scott®, así como pañuelos faciales Kleenex®. . Fuente de información: Kimberly-Clark El Salvador, 2022. |
Para ser una operación Cero Desechos, Kimberly-Clark invierte anualmente cerca de US$1 millón en El Salvador.
También, implementó la metodología de mejora continua conocida como Lean Six Sigma, así como procesos de diagnóstico para la cuantificación de los residuos de la planta e identificación de su aprovechamiento, entre ellos, el compostaje de los desechos orgánicos generados en la operación.
Pasos sólidos en materia ambiental
Además de ser Cero Desechos utiliza diferentes mecanismos internos en su planta para optimizar el manejo de las aguas residuales, el uso racional de este recurso, el control de las emisiones de dióxido de carbono, la eficiencia energética, así como la prevención de eventos ambientales, entre otros.
“En Kimberly-Clark celebramos este hito ambiental gracias al compromiso de nuestros colaboradores, quienes se han capacitado para realizar una separación correcta de los residuos, reducir los materiales no reciclables, hacer compostaje interno y co-procesar todos aquellos materiales que nos permiten mejorar los indicadores ambientales mensualmente y optimizar los recursos”, concluyó Sandro De Ponte, gerente de la planta de Sitio del Niño para Kimberly-Clark.
Un modelo de economía circular
Con el fin de minimizar su impacto en el ambiente y emplear el modelo de economía circular, desde hace nueve años, Kimberly-Clark trabaja en conjunto con su aliado estratégico Geocycle el Salvador, empresa líder en la gestión de residuos.
En esta planta de Kimberly-Clark, el proceso de producción del papel higiénico (Scott) y los pañuelos faciales (Kleenex), generan un tipo de residuo conocido como lodos de papel, los cuales representan el 75% de los desechos generados en el proceso.
Gracias a la sinergia de ambas compañías, el 100% de los lodos de papel son llevados a la planta de Geocycle donde son pre-procesados y posteriormente enviados al horno cementero de Holcim El Salvador, donde son co-procesados, incorporando el valor mineral y energético del lodo de papel en el proceso de producción de clinker, materia prima del cemento.
A través de este proceso de sustitución de combustibles fósiles y materias primas minerales, se trasforman los lodos de papel, dando paso a la economía circular.
“Convertirnos en aliados de Kimberly-Clark y apoyarlos en su camino -hacia la meta ambiental de Cero Desechos- nos llena de mucho orgullo, no sólo por el prestigio del que goza la compañía, sino porque tenemos una visión compartida al generar negocios sostenibles e impulsar el modelo de economía circular”, comentó Jorge Peña, gerente de Geocycle El Salvador.
Asimismo, Geocycle por naturaleza es una empresa amigable con el medio ambiente, dedicada a ofrecer soluciones de tratamiento de residuos basadas en un proceso industrial único (co-procesamiento). En los últimos años, la compañía ha realizado inversiones por más de 4 millones de dólares en la compra de nuevos equipos con mayor capacidad y eficiencia energética, buscando apoyar la gestión de residuos de sus clientes.
Manejo de los residuos valorizables
Además del co-procesamiento, en la planta de producción del Sitio del Niño se emplean otros métodos de disposición final de los residuos, entre ellos, el reciclaje y la reutilización. En la actualidad, estos materiales son entregados a otros proveedores quienes los utilizan, para la elaboración de nuevos productos, por ejemplo, bolsas de basura y la exportación de piezas de metal para el aprovechamiento internacional de otras industrias.
Los residuos valorizables que genera Kimberly-Clark en esta operación, corresponden a plástico, aceite, madera, metal, cartón, entre otros.