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OBSERVACOM
Zoom, la plataforma más utilizada en todo el planeta para la realización de videoconferencias desde el inicio de la pandemia de Covid-19, impidió que la realización de una serie de eventos en los que precisamente se discutirían casos de censura en dicha plataforma.
Las conferencias estaban programadas para el pasado 23 de octubre y fueron organizados en respuesta a una cancelación previa de Zoom, que había imposibilitado llevar a cabo una charla organizada por la Universidad Estatal de San Francisco en la que estaba prevista la participación de Leila Khaled, integrante del Frente Popular para la Liberación de Palestina, una organización que ha sido clasificada como terrorista por Estados Unidos.
En aquel momento, Zoom planteó que la participación de Khaled violaba los términos de servicio de la compañía. No obstante, los organizadores argumentaron que la cancelación respondió a la presión de organizaciones judías e israelíes. Luego de esa primera cancelación, un grupo de académicos organizó eventos virtuales a los que se sumaron especialistas de Canadá y Reino Unido, quienes pretendían poner en discusión cómo se buscan silenciar las voces y las narrativas palestinas. Para evitar cualquier intento de censura no se incluyó a Khaled ni se transmitió ningún mensaje suyo. Se justificó su ausencia por cuestiones médicas.
Sin embargo, las transmisiones a través de Zoom no pudieron llevarse a cabo e incluso un usuario estudiante de la Universidad de Leeds, Adam Saeed, señaló que la plataforma no sólo le eliminó su reunión, sino que le deshabilitó su cuenta.
«Zoom se compromete a apoyar el intercambio abierto de ideas y conversaciones y no tiene ninguna política que impida que los usuarios critiquen a Zoom», dijo un portavoz de la compañía. “Zoom no supervisa los eventos y solo tomará medidas si recibimos informes sobre posibles violaciones de nuestros Términos de servicio, Política de uso aceptable y Normas de la comunidad. Al igual que en el evento realizado por la Universidad Estatal de San Francisco, determinamos que este evento infringía una o más de estas políticas y le informamos al anfitrión que no se le permitió usar Zoom para este evento en particular”, añadió.
De todas maneras, la compañía no respondió a preguntas sobre qué política específica se violó. Tampoco brindó información en relación a la consulta sobre si había cerrado otros eventos con anterioridad.
Andrew Ross, profesor de análisis social y cultural en la NYU que organizó el evento junto con la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, calificó la situación de absurda. “Todos los que trabajan en la educación superior en este momento dependen de Zoom y no podemos estar en condiciones de permitir que un proveedor externo corporativo tome este tipo de decisiones”, dijo Ross. «Es simplemente insostenible», añadió.
