En el marco del Día Internacional de las Mujeres Indígenas, las mujeres integrantes de colectivos comunitarios de pueblos indígenas, junto con organizaciones sociales, recordaron al Estado salvadoreño las deudas históricas y sociales para que ellas gocen de justicia ambiental, cultural y seguridad jurídica.
“Queremos recordarle al Estado salvadoreño y a la población en general que las mujeres indígenas de los pueblos nahua pipiles existimos… hemos sido marginadas y violentadas en nuestros derechos”, expresó Sofía Morán, habitante de Sisimitepec, Sonsonate, e integrante del Comité Indígena para la Defensa de los Bienes Naturales de Nahuizalco.
En un comunicado, aseveraron que los pueblos indígenas del país han experimentado la “invisibilización y negación” del sufrimiento que han vivido en la historia y en la actualidad.También, lamentaron el abandono por parte del Estado al respecto de la protección del río Sensunapán y los sitios ancestrales alrededor de este mismo.
“Nosotras existimos y estamos una vez más demandando el derecho que tenemos nosotras a que se protejan nuestros territorios, específicamente a nuestro abuelo: el río Sensunapán”, agregó durante una conferencia de prensa.
La lucha por la defensa de este bien natural y cultural (el río Sensunapán) inició desde hace casi dos décadas ante la amenaza de la construcción de una octava represa hidroeléctrica.
“Queremos que nuestros derechos ya no sean violentados, sino más bien que sean tomados en cuenta ya que una octava represa nos traería más dificultades a nosotras y nos dañaría toda nuestra diversidad natural y cultural. Es nuestro patrimonio el que quieren destruir”, aseveró Delmi Hernández, habitante del cantón Pushtán, Sonsonate e integrante del comité indígena de Nahuizalco.
Hernández también señaló que los habitantes de su cantón se enfrentan también al abandono estatal debido a que ahí se pretende construir un proyecto urbanístico denominado “Residencial Florencia”, el cual fue aprobado de manera inconsulta por parte del MARN a pesar de tratarse de un lugar de territorio indígena.
Pese a haber logrado que se decretaran medidas cautelares para proteger el río desde febrero de este año, la Cámara Ambiental de Segunda Instancia de San Salvador las archivó. Aunado a ello, las organizaciones manifestaron que autoridades como el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) “nunca manifestaron su voluntad de ser entidades públicas garantes de la cultura y el medio ambiente”.
“En Nahuizalco, las defensoras del rio Sensunapán han hecho una labor importante de resistencia a pesar de las distintas opresiones que este sistema capitalista, extractivita patriarcal, colonial y racista que ha impuesto sobre sus vidas y sus cuerpos”, señaló Naomi Dueñas, técnica territorial de la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES).
Con edición de Diego Hernández