jueves , octubre 3 2024

MI LEGADO: La lucha por mis derechos y lxs de todxs

Por Alejandra Alvarado

Según el informe 2021 sobre las violaciones a los Derechos Humanos de las personas trans en Latinoamérica y El Caribe, una de las mayores limitaciones que impone la sociedad salvadoreña a la población trans y no binaria es el acceso al trabajo formal. Por este motivo, ante la necesidad de subsistir, muchas personas trans deben recurrir al trabajo sexual o buscar algún tipo de trabajo informal.

Daniela Ivania Vázquez, es una mujer trans de 59 años que labora como vendedora en el mercado municipal de Ciudad Delgado desde 2002. Posee estudios como ingeniera en sistemas. Sin embargo, por circunstancias económicas, no culminó la carrera y no pudo titularse. A partir de ahí, se dedicó a la venta informal junto a sus padres.

Ivania tiene 59 años y han pasado 40 años desde que comenzó su transición. Su familia no fue impedimento para emprender este proceso, ya que siempre respetaron su decisión. A partir de ahí ella abraza su expresión de género desde el empoderamiento y defendiéndolo desde su espacio de trabajo.

Su familia es extensa. Una parte de esta comparte y labora con ella en el mercado. La acompañan una de sus hijas, su sobrina y su nieto. «Recibir la aceptación familiar es lo más bonito, pero no todxs lo pueden tener», expresó Ivania.

«Me han aceptado por lo que soy y eso es un privilegio», Ivania Vázquez.

De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en El Salvador, la esperanza de vida de una mujer trans es de 33 años. Para la población en general son 74 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde que abandonó los estudios académicos, Ivania ha emprendido la búsqueda por un trabajo formal. No quiere abandonar su local en el mercado, pero también anhela una oportunidad laboral que le brinde un ingreso fijo para lograr sufragar todos sus gastos.

Ha intentado en diversos call centers, pero se le niega el acceso debido a que sus documentos personales no la identifican como una mujer.

A pesar de que en ocasiones recibe comentarios discriminatorios tanto dentro como fuera del mercado, Ivania ha creado lazos de apoyo con otras mujeres con las cuales convive.

Según el informe 2021 sobre las violaciones a los Derechos Humanos de las personas trans en Latinoamérica y El Caribe, el 43% de las mujeres trans son víctimas de hechos de discriminación en El Salvador.

UNA LEY QUE NOS HACE SER

Además de su trabajo como comerciante, Ivania hace activismo en la Asociación Solidaria Para Impulsar el Desarrollo Humano Arcoíris Trans (ASPIDH), una organización que defiende y promueve los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual salvadoreña. Desde su rol como colaboradora brinda acompañamiento a personas trans que se acercan a la asociación.

ASPIDH fue una de las organizaciones que presentó ante la Asamblea Legislativa el anteproyecto de Ley de Identidad de Género el 22 de marzo del año 2018. Sin embargo, este fue rechazado y archivado el día 14 de mayo del año 2021 por la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género en El Salvador.

En las marchas del Orgullo LGBTIQA+ del 28 de junio, la exigencia por la aprobación de la ley de identidad de género es una de las consignas principales.

Según organizaciones defensoras de derechos humanos, una ley de identidad de género permitirá que las personas Trans puedan acceder a servicios de salud pública, buscar un empleo, adquirir una vivienda, seguro social o poder tener un crédito bancario.

«Exigimos la ley de identidad de género para que se le permita a la comunidad trans acceder a servicios básicos», Ivania Vázquez.

En El Salvador, cuando una persona trans hace una denuncia penal, los sistemas de registro legal no identifican a la víctima por su identidad o expresión de género. Al no existir una ley de identidad de género, las víctimas son identificadas con su nombre legal y no por el nombre que corresponde a su identidad de género, lo cual puede causar problemas con un proceso judicial, según estableció el Estudio sobre el acceso a la justicia de las personas LGBTIQA+ particularmente de la población Trans, en Guatemala, Honduras y El Salvador realizado por Cristosal en 2023.

Ivania es parte del 50% de mujeres trans registradas en El Salvador según datos estadísticos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.

«Cuando se logre el objetivo de tener un país que respete los derechos de la comunidad LGBTIQA+, tal vez ya sea viejita o ya no esté en el mundo. Pero la lucha la seguiré apoyando hasta que Dios me diga: hasta aquí llegaste», Ivania Vázquez.

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