El monumento a las víctimas es un pequeño espacio donde el frescor de una mañana o la brisa de un atardecer nostálgico aferran a la memoria los nombres de quienes ya no están porque la guerra se los llevó.
“Si olvidamos nuestra memoria estamos olvidando todo». Así de contundente habla “Madre Vicky”, la presidenta del histórico COMADRES, un comité de víctimas de la guerra de El Salvador que a 30 años de que callaron las armas sigue esperando la tan anhelada verdad y justicia.
Milagro de Peña es el nombre real de esta luchadora social quien compartió su testimonio en el foro Impunidad CERO: la demanda de las víctimas de El Salvador el pasado 14 de noviembre.
En primera fila la escucharon con atención la embajadora del Reino de los Países Bajos para Centroamérica, Cristine Pirenne, la oficial de derechos humanos de la misma sede diplomática, Amber Douma; así como Sarah Straney, la oficial política de derechos humanos de la embajada de Estados Unidos en San Salvador, entre otros invitados, como estudiantes, académicos y miembros de organizaciones sociales.
Las diplomáticas compartieron con los comités de víctimas de la guerra un momento especial durante el foro, el cual se propuso posicionar en la agenda pública el estado de los casos emblemáticos de crímenes de lesa humanidad ocurridos durante el conflicto, como la masacre de El Mozote, la emboscada y asesinato de 4 periodistas holandeses, el magnicidio de Monseñor Romero, la niñez desaparecida forzosamente, así como los presos políticos y las torturas que sufrieron.
Esto para proponer “una narrativa desde las víctimas y no desde los victimarios, como siempre se nos ha impuesto”, dijo Oscar Pérez, presidente-director de Fundación Comunicándonos, una de las organizaciones de la sociedad civil que impulsó la iniciativa.
La Fundación Comunicándonos y la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos, en representación de los familiares y con el acompañamiento de la embajada de Holanda, impulsan en el país la causa de justicia para los periodistas Koos Koster, Jan Kuiper, Joop Willemsen y Hans ter Laag, el equipo que la cadena IKON TV tenía desplegado en el país en 1982.
Los profesionales de la información trabajaban un amplio reportaje sobre la guerra en El Salvador, pero fueron emboscados y asesinados por una patrulla del Batallón Atonal el 17 de marzo de 1982 en Santa Rita, Chalatenango.
Recientemente, un juzgado salvadoreño decretó órdenes de captura contra el exdirector de la Policía de Hacienda, coronel Francisco Antonio Morán, y el exministro de Defensa, general José Guillermo García. Además, solicitó una difusión roja de INTERPOL para el presunto autor intelectual, quien reside en Estados Unidos. Este tercer implicado es el coronel Mario Adalberto Reyes Mena, excomandante de la 4ª Brigada de Infantería, y quien se presume dio la orden al Atonal de perpetrar el crimen.
Los nombres de los holandeses están incluidos en el memorial ubicado en un parque de San Salvador.
Es un lugar histórico. Me impresionó mucho ver los nombres de los 4 periodistas holandeses como parte de los nombres de personas asesinadas y desaparecidas durante el conflicto armado, expresó a VOCES la embajadora Pirenne luego de visitar el lugar junto a Amber Douma y Oscar Pérez.
“Nunca hay que olvidar la historia” fue el llamado de la diplomática, quien también en el foro anunció que Holanda no descansará “hasta que se conozca la verdad y se haga justicia” para sus compatriotas.
Explicó que para Holanda la lucha contra la impunidad en los crímenes de guerra es “una prioridad en todo el mundo”, ya que a través de la justicia transicional se puede ayudar a las víctimas a “sanar sus almas”.
La embajadora confió en que las recientes capturas por el proceso penal del crimen de los periodistas también “abra el camino para las otras victimas del conflicto armado en El Salvador”.