Mujeres ambientalistas de Coatepeque, junto a la Asociación de Mujeres Ambientalistas de El Salvador (AMAES) y el Movimiento Ecofeminista de El Salvador, manifestaron su latente preocupación ante la “deplorable situación” que enfrenta el lago de Coatepeque y que afecta a los más de 20 mil habitantes de la zona.
“El lago de Coatepeque atraviesa una crisis ambiental que ha generado un desequilibrio a su ecosistema, vulnerando los derechos ambientales económicos, sociales y culturales de la población que habitan en esta cuenca (…) Es preocupante porque a quienes más afecta es a la niñez y mujeres por todas las carencias que son provocadas por la violación de derechos como resultado de la utilización del lago para lucrarse y gozar de sus beneficios solo por una parte de los habitantes dejando a las familias más empobrecidas sin el derecho al alimento, al agua, recreación y libre movilización”, sostuvieron en un comunicado.
El lago Coatepeque ha sido declarado bajo emergencia ambiental durante un año, según anunció el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN). Esto, explicó el MARN, ante un posible riesgo de desastre natural en la zona a causa de la presencia de “cianobacterias” (organismos microscópicos históricamente identificados como algas verde-azules) y afectaciones de este al ecosistema del lago.
Sin embargo, la medida no ha solventado la situación del acuífero ni la de las comunidades. “La problemática de nosotros en las comunidades es con respecto al agua ya que no tenemos acceso a ella porque está contaminada. Esa situación ha afectado bastante a nuestras comunidades y en la zona ya que la mayoría nos abastecemos principalmente del agua del lago. Por eso se declaró una emergencia ambiental, la cual pretendía ayudar a esta situación de nuestras comunidades, pero en realidad no se ha visto una solución verdadera a esta situación”, expresó Celina Gonzales, habitante de la zona e integrante de AMAES.
“Eso es lo que pedimos, que se nos pueda dar una solución verdadera al respecto del tema del agua, que es derecho de todas y todos”, agregó.
Las organizaciones ecofeministas llamaron al Estado salvadoreño a proteger el medio ambiente, a materializar el derecho humano al agua, garantizando este bien a la población en condiciones de vulnerabilidad, con énfasis en las mujeres, y con atención a las habitantes aledañas del lago de Coatepeque.