viernes , octubre 11 2024

Paro laboral de internos en Hospital Rosales ante afectaciones a derechos de médicas suspendidas tras estampida en Estadio Cuscatlán

Internos del hospital y docentes de la UES se unieron en solidaridad a la solicitud de las médicas: ser reinstaladas y regresar a sus actividades académicas.


Internos en rotación del área de cirugía del Hospital Nacional Rosales hicieron este día un paro laboral debido a la falta de respuestas y solución a la situación de la Dra. Ángela María Ferrer Henríquez y la bachillera Esmeralda Beatriz Monteagudo Ventura, médicas que fueron suspendidas por el ministerio de Salud hace dos meses debido a publicaciones “sacadas de contexto” durante la estampida del Estadio Cuscatlán.


“El motivo del paro de labores es debido a la suspensión del médico interno Beatriz Monteagudo y la residente de cirugía Dra. Ángela Ferrer. En este caso, los internos vieron a bien a realizar este paro de labores a modo de solidaridad con las compañeras ya que hoy se cumplen exactamente dos meses de que las compañeras fueron suspendidas de manera provisional a sus cargos. Todo esto debido a un tuit”, indicó una fuente de la Red de Mujeres Universitarias (REDMUES), que pidió el anonimato, y que acompañó a los internos del área de cirugía.


El pasado 20 de mayo, una estampida generada en el Estadio Cuscatlán dejó al menos 9 fallecidos y más de cien heridos. En este marco, las médicas publicaron en sus cuentas de Twitter mensajes como “Mal día para estar de turno”, “Gracias por arruinarme el turno” y “Qué mal día para estar de turno… Gracias al partido…”. Estas acciones generaron sus suspensiones en sus actividades.


Sin embargo, las médicas hicieron públicas sus disculpas y explicaron que los mensajes en sus cuentas en las redes sociales se debieron al cansancio de las jornadas y la sobresaturación derivada de la atención de la emergencia médica por la estampida.


Según REDMUES, las medidas aplicadas desde hace dos meses en contra de las médicas “ha bloqueado el proceso de aprendizaje de ambas, vulnerando sus derechos a la educación”, dijo en un comunicado difundido.


En el caso de la médica Beatriz, el director de la Escuela de Medicina de la Universidad de El Salvador, Rafael Monterroso, señaló que “en la práctica, si ustedes me preguntan si ella puede continuar con sus estudios universitarios, a la Facultad de Medicina, a la Universidad de El Salvador, ella no ha violado ningún reglamento, ninguna ley. Ella tiene su matrícula de este año vigente y le estamos bloqueando sus estudios. A ella le están violando su derecho a prepararse”, manifestó Monterroso durante una conferencia de prensa.


“Yo estoy preocupado porque esta semana recién estamos iniciando la rotación con los médicos internos de cirugía y a ella le tocaría estar iniciando esa rotación. Si el ministerio considera que ha cometido alguna violación, pues que continúe con ellos, pero que nos autoricen y que nos permitan el ingreso a las instalaciones, a los hospitales, escuela y que ella continúe su rotación como médico interno. Ya en este momento, ya nos perdió una rotación y eso va a impedir que ella se gradué con el resto de sus compañeros”, agregó.


Beatriz, abordada por este medio, externó sentirse agradecida por la acción de sus colegas, especialmente porque sentían miedo por cualquier posible represalia de las autoridades por el paro.
Además, describió que su salud mental ha sufrido un deterioro por negarle su derecho a la educación.

“Estos dos meses han sido muy difíciles para mí y mi familia, debido a que ha sido de tocar puertas, asistir el primer mes casi a diario al hospital nacional de la mujer, que es donde tengo una beca, viendo qué me dice la Comisión del Servicio Civil. Ha sido un deterioro mental horrible. No he podido seguir mis estudios, ya que un alto porcentaje de las notas es práctico, y yo tengo prohibido la llegada a mis prácticas clínicas”, aseveró.


“Lo único que le pido a las autoridades es una pronta resolución del caso, que me permitan continuar mis estudios que es en sí mi mayor lucha, continuar con los estudios que he luchado por todo este tiempo al ser de departamentos fuera de San Salvador, el sacrificio que significa haberme transportado todo este tiempo, las horas desvelos, ha sido un gran sacrificio por un sueño, un sueño que ahorita se me está privando, un derecho a la educación. Lo único que pido es eso, que me reinstalen y que me permitan seguir con mis prácticas”, expresó Monteagudo a VOCES.

Con reporteo y edición de Diego Hernández

About David Ramírez

Periodista de VOCES

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