“La gente muere cuando se olvida. Nosotros los recordaremos siempre. ¡El Mozote nunca más!”, expresaron víctimas de la masacre El Mozote y lugares aledaños en la conmemoración de los 41 años desde que se perpetró este crimen de lesa humanidad.
El pasado 10 de diciembre, las víctimas de la masacre de El Mozote, junto a la Asociación Promotora de Derechos Humanos de El mozote (APDHEM), conmemoraron 41 años desde que el Batallón Atlacátl perpetró este crimen de lesa humanidad, que actualmente continúa impune.
Con crisantemos y rosas blancas, las víctimas y familiares caminaron desde el desvío de Arambala, uno de los primeros lugares en Morazán en donde inició la masacre, hasta el caserío y la plaza de El Mozote donde se encuentra el monumento en honor a todas las personas asesinadas por los soldados.
“Que la luz de la memoria no se apague”, fue una de las consignas de las víctimas.
Cruz Vigil, representante de APDHEM y familiar de víctimas en la masacre, señaló que es necesario seguir recordando y no olvidar hechos como los de la masacre de El Mozote.
“Existen intenciones de borrar la memoria y eso no es correcto porque pueblo que olvida la memoria está condenado a que se repita una masacre peor que la que aquí sucedió”, dijo.
Entre el 8 y el 13 de diciembre de 1981, en el departamento de Morazán, se llevó a cabo un operativo militar denominado “Operación Yunque y Martillo”, el cual fue llevado a cabo por el Batallón Atlacátl y liderado por el coronel Domingo Monterrosa Barrios.
Este operativo culminó como una de las más grandes masacres reconocidas en toda Latinoamérica, donde se asesinó a casi un millar de personas, en su mayoría a niñas y niños.
“Este operativo -y masacre- se llevó a cabo en Arambala, en el Mozote, en Jocote Amarillo, en Cerro Pando, Cerro Ortiz, los Toriles y otros”, aseguró Irene Gómez, abogada del equipo de justicia transicional de Cristosal, organización que acompaña a las víctimas.
En el marco de la conmemoración, los familiares de las víctimas de El Mozote y los representantes de las organizaciones de APDHEM, Cristosal y Tutela Legal pintaron el monumento con rosas amarillas, azules y blancas, en honor a todas las víctimas.
Pese a que se cumplen 41 años de haberse perpetrado este crimen de lesa humanidad, y pese que se cuentan con suficientes pruebas -según los abogados-, el caso de la masacre de El Mozote y lugares aledaños, que se ventila en el Juzgado de Instrucción de San Francisco Gotera, Morazán, aún se encuentra en primera fase y la justicia que anhelan y exigen las víctimas continúa en vilo.
En octubre de 2012, el Estado salvadoreño fue condenado por este crimen de la humanidad por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) y se le ordenó dar reparaciones a las víctimas como la sanción de los responsables de este crimen, la implementación de programas a favor de las comunidades afectadas como en atención física, psíquica y psicosocial, dar indemnizaciones a las víctimas por daños materiales e inmateriales, entre otras.
“Lo que se está exigiendo es justicia”, aseveró Antonio Aguilar, abogado de Cristosal.
Las víctimas de la masacre de El Mozote y lugares aledaños continúan conmemorando a las niñas, niños, adultos mayores y adultos que vieron sus vidas apagadas en 1981, y seguirán con actos similares los siguientes días en la comunidad La Joya, el Cerro Pando, Cerro Ortiz y otros.
“Ellos no han muerto, están con ustedes y con la humanidad entera”, se lee en la placa que se encuentra bajo el monumento de El Mozote, en la cual, los familiares de las víctimas colocaron flores de colores en símbolo de que la luz de la memoria no debe apagarse.