Algunas de las víctimas del conflicto armado llevan casi medio siglo esperando por verdad y justicia por crímenes cometidos contra sus familias o ellos mismos.
Por: Diego Hernández, jefe de prensa de VOCES
El director de la Asociación Pro-Búsqueda, Eduardo García, resaltó la necesidad de que las víctimas de los crímenes de la guerra civil tengan una ley que garantice la obtención de justicia, verdad, reparación y garantías de no repetición, pues cada vez hay menos víctimas del conflicto armado.
“Han pasado 6 años, en los que han muerto decenas de víctimas, dada su longevidad, dadas las enfermedades congénitas, las enfermedades producto del dolor sistemático y tortura a la que son sometidas; no cuando cometieron los hechos, sino por la ocultación, maltrato, señalamiento, ofuscación que le han provocado no acceder a la justicia y ventilar sus casos”, dijo García en declaraciones a VOCES.
De acuerdo con el director de Pro-Búsqueda, el gobierno actual tiene las condiciones para lograr que las víctimas tengan una ley integral, ya que la Asamblea Legislativa tiene una correlación de fuerzas que implica tener una mayoría de números oficialistas en ella.
Además, enfatizó que los gobiernos pueden cambiar cada cinco años, pero las víctimas han pasado la mayor parte de sus vidas en la búsqueda por verdad y justicia. “Para un presidente… puede significar un cambio de gestión, pero para las víctimas que tienen 80, 90 años, un día significa la diferencia entre poder gozar de un derecho como la justicia, reparación o conocer el paradero de sus seres queridos”, dijo García.
En los casos emblemáticos del Informe de la Comisión de la Verdad se encuentra el asesinato de Monseñor Romero, que tiene 42 años en la impunidad, la emboscada de los 4 periodistas holandeses, que tiene 40 años en la impunidad, el asesinato de Herbert Anaya Sanabria, que tiene 35 años en la impunidad, la masacre de El Mozote y lugares aledaños, que tiene 41 años en la impunidad, la masacre de la UCA, con 33 años en la impunidad. A estos se le suman los miles de casos de familiares de personas salvadoreñas desaparecidas o asesinadas.
“El tiempo siempre juega en contra de las víctimas, no de los victimarios”, concluyó García.