“La mujer indígena pudo conservar su idioma y ha sido la transmisora de conocimientos, especialmente de la lengua, y ha sido la gran defensora de la Madre Tierra”, sostuvo Juliana Ama, representantes del Consejo Coordinador Nacional Indígena Salvadoreño (CCNIS).
Juliana Ama, es una mujer indígena náhuatl, residente en Izalco, Sonsonate. En sus esfuerzos de resistencia de la identidad y dignidad indígena, Ama ha impulsado el idioma náhuatl y ha transmitido a las nuevas generaciones la historia de estos pueblos.
La historia y lucha de Juliana es extensa, ya que, además, es nieta de unos de los millares de víctimas masacradas en enero de 1932. En el marco del Día de la Resistencia y Dignidad Indígena, ella señala que las mujeres indígenas han luchado durante siglos en contra de la desigualdad y de la vulneración del medio ambiente, según su cosmovisión: “Pachamama o Madre Tierra”.
Ama lamentó que actualmente se continúen vulnerando los derechos indígenas, el derecho a la salud, al medio ambiente, la gobernanza de estos pueblos, entre otros, afectando especialmente a las mujeres indígenas. “No se visibiliza lo precioso del conocimiento de una mujer indígena para recuperar todo lo que El Salvador tiene a través de los conocimientos ancestrales. Estos los vamos a ir deteriorando cada día si el Estado no toma en cuenta en sus políticas públicas la participación de la mujer en lugares estatales”, comentó.
Mujeres indígenas y desafíos en la actualidad
De acuerdo con los resultados de la primera Encuesta de violencias de género de Mujeres Indígenas 2021, elaborado por el CCNIS y otras organizaciones indígenas, el acceso a la educación hacia ellas continúa con dificultades. El 10 % de ellas no posen ningún año de estudio, el 14 % tiene entre el primer y el tercer grado; el 22 % ha cursado educación básica, el 15 % ha completado el bachillerato. Esto “evidencia la falta de una educación intercultural”, subrayan en el informe.
La encuesta también evidenció la necesidad que el Estado salvadoreño implemente procesos educativos de empoderamiento y liderazgo para las mujeres indígenas, con el objetivo de reducir los diferentes tipos de violencia (psicológica, física, patrimonial, simbólica, espiritual, sexual, entre otras) y discriminaciones por ser mujeres y a la vez, indígenas.
De las mujeres, el 86 % afirmó haberse sentido discriminada por diversas razones. De estas el 17 % por el color de la piel, un 29 % por el lugar donde reside; el 22 % por la forma de hablar; el 17 % por creencias religiosas; el 22 % por ser mujer y el 17 % por su apariencia física.
Al respecto de violencia dentro del ámbito familiar, el 41.6 % respondió que sí sufrió violencia de su pareja, novio o expareja. El 26 % identificó violencia física, el 43 % psicológica, 18 % económica, 14 % simbólica y 7 % sexual.
Frente a este escenario, CCNIS y demás organizaciones indígenas manifestaron que el gobierno debe de fortalecer la capacitación del funcionariado salvadoreño en perspectiva de género, derechos de Pueblos Indígenas e interseccionalidad, para prevenir, erradicar y sancionar todas las formas de violencia contra las Mujeres Indígenas.