En los últimos días de agosto celebrarán con comunidades de todo el país este arduo camino que les ha permitido reencontrar a 463 personas con sus familias biológicas, siendo la única organización en América Latina que administra sus propios perfiles genéticos.
La Asociación Pro-Búsqueda está celebrando 28 años de buscar en todo el mundo a niñas y niños desaparecidos durante el conflicto armado salvadoreño y defender los derechos humanos de las víctimas y sus familiares.
“Son 28 años de impunidad, pero al mismo tiempo 28 años de alegría. 463 reencuentros dan buena cuenta de ello. Son 28 años en los que hemos demostrado incansablemente que encontrar a los desaparecidos es posible”, expresó a VOCES el director de Pro-Búsqueda, Eduardo García.
La asociación fue fundada el 18 de agosto de 1994 por víctimas de desaparición forzada de Chalatenango y al sacerdote jesuita Jon de Cortina.
Para lograr los reencuentros, Pro-Búsqueda realiza investigaciones testimoniales, documentales y científicas, como las pruebas de ADN. Son la única organización del país y la región que cuenta con un vasto banco genético para tales fines.
“Somos la única organización de sociedad civil en Latinoamérica que administramos, que cotejamos y que comparamos nuestras propias muestras de ADN, no las analizamos, las mandamos a analizar a laboratorios acreditados internacionalmente”, explicó el director de Pro-Búsqueda.
Junto al Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), Pro-Búsqueda presentó el primer juicio por el que el Estado de El Salvador fue condenado en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) por violar derechos humanos.
Este fue el caso de las hermanitas Erlinda y Ernestina Serrano Cruz (de 3 y 7 años, respectivamente), desaparecidas por fuerzas militares en 1982 en el marco de los operativos de tierra arrasada que dieron lugar a las llamadas “Guindas de Mayo”, cuando centenares de familias campesinas huyeron de sus hogares debido a la crueldad de las operaciones militares.
Para conmemorar el aniversario, realizarán entre el 30 y el 31 de agosto una serie de actos culturales y reflexiones con comunidades en Morazán, San Vicente, Chalatenango y Suchitoto.