El drama humano pone de manifiesto una vez más la alta vulnerabilidad del país, que golpea con fuerza a los sectores más empobrecidos de la población. Resolver esta situación es una tarea pendiente del Estado salvadoreño.
Fuertes inundaciones en zonas rurales y urbanas, ríos desbordados, casas destruidas por deslaves, puentes colapsados y una infinidad de árboles caídos es la estela que han dejado las constantes lluvias de Julia, que se degradó a depresión tropical en las últimas horas.
Las tormentas asociadas a Julia, que han puesto en vilo a varios países de la región centroamericana, han dejado en El Salvador al menos nueve personas fallecidas entre la noche del domingo y este lunes 10 de octubre, entre ellas cinco soldados que estaban preparándose para labores de rescate en Comasagua cuando un muro cedió en una base improvisada donde se alistaban para realizar labores de rescate. Un sexto elemento militar sobrevivió, indicaron distintas fuentes.
José Alcides Aguirre Amaya, de 43 años, y Henry Alonso Aguirre Amaya, de 27, murieron en Guatajiagua, Morazán, cuando se desplomó su vivienda.
El octavo fallecido fue Adrián Chilulo, de 72 años, quien murió cuando un árbol cayó sobre su vivienda en Caluco, Sonsonate. En la carretera que conduce a Armenia, José Efraín Méndez Ramírez, de 39 años, murió al ser arrastrado por la corriente de agua mientras conducía su motocicleta.
En San Miguel, el río Grande se desbordó causando graves inundaciones en las zonas aledañas.
Se reportan hasta este mediodía un total de 113 árboles caídos, 22 derrumbes, cuatro cárcavas, seis inundaciones y un puente dañado.
Carreteras como las de Planes de Renderos, a Panchimalco, Los Chorros y al puerto de La Libertad han sido escenarios de monumentales derrumbes. Entre tanto, zonas como en el cantón Casitas, en Santo Tomás, San Salvador, están incomunicadas y sin electricidad, reportaron pobladores.
Asimismo, se reportan serios daños por anegaciones en zonas de cultivo como el valle de Zapotitán, en La Libertad, y desbordamientos de ríos en las bocanas de la costa salvadoreña.
El gobierno suspendió las clases para el día martes, segundo día consecutivo, mientras oficinas estatales, como la Asamblea Legislativa, decidieron que sus empleados se quedaran en casa este día. La Corte Suprema de Justicia emitió un comunicado donde dejó a criterio de los magistrados de las Cámaras, jueces, directores y jefes si se trabajaba desde casa, pero se afirmó que los servicios brindados por el poder Judicial continuarían con normalidad.
Decenas de comercios cerraron como medida de prevención ante la situación que vive el país y alcanza la escala nacional.