Representantes Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) y el Colectivo Ecologista Madre Selva de Guatemala reiteraron a los gobiernos y Estados de Guatemala y El Salvador a iniciar diálogos en búsqueda de proteger cuencas hidrográficas que comparten y garantizan el derecho humano al agua de sus habitantes.
Sobre la situación de Guatemala, las organizaciones señalaron avances en materia de acercamiento y procesos de diálogos con funcionarios, mientras que en el caso de El Salvador lamentaron que a pesar de los años de lucha por el cuido de estas aguas, este no se ha posicionado o accionado.
“El Salvador no ha caído en cuenta que nosotros somos ´aguas dependientes´ y en calidad de esta condición estamos sujetos y sujetas a lo que sucede en los hermanos países”, dijo Carolina Amaya, directora de fortalecimiento institucional de UNES.
De acuerdo con las organizaciones, las aguas compartidas entre los países se encuentran bajo amenaza de ser (o continuar siendo) contaminados por la agroindustria, grandes proyectos de minería metálica como el caso de la mina transfronteriza Cerro Blanco, pero también de la misma actividad humana.
Frente al futuro que comparten ambos países, las representantes de las organizaciones defensoras de derechos humanos llamaron a los Estados a cancelar los permisos de proyectos extractivistas que afectan a comunidades y también a cumplir con sus obligaciones internacionales sobre el derecho humano al agua y protección del medio ambiente.
Con edición de Morena Villalobos