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La pieza musical aborda un fenómeno de larga data, pero aumentado por la represión de la dictadura Ortega-Murillo que ha obligado al exilio a miles de nicaragüenses.
Luis Enrique Mejía Godoy es un ícono del canto popular nicaragüense y latinoamericano. Exiliado en Costa Rica a causa de la situación política en su país, ha lanzado junto al medio de comunicación nicaragüense Confidencial y su especial informativo “Nicas Migrantes” la canción “Nicamigrante Soy”.
“En los últimos 50 años este problema (la migración) se ha agudizado mucho. En Costa Rica, por ejemplo, hay más de medio millón de nicaragüenses y en solo los últimos cuatro años han salido del exilio a Costa Rica más de 180 mil compatriotas buscando refugio político y, por supuesto, una cantidad similar o mayor a emigrado de Estados Unidos, y también hacia España, hacia Europa y hacia Canadá”, dijo el cantautor a VOCES.
“Seguiré comprometido y cada vez más comprometido con cantarle a Nicaragua y a su futuro”, añadió desde San José Costa Rica, donde permanece exiliado por la represión que ejerce sobre cualquier voz crítica la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Mejía Godoy afirmó que es “un cantor que retrata la historia de su pueblo y, en este sentido, tengo una gran responsabilidad a la hora de componer mis canciones que hablan de esta situación dolorosa, pero al mismo tiempo llena de esperanza de poder volver algún día a esa patria que como decía Rubén Darío: cuando es pequeña, uno grande la sueña”.
El autor también reseñó que el fenómeno de la migración desde Nicaragua es de larga data. “El poeta nicaragüense, Pablo Antonio Cuadra, decía que somos un país en éxodo permanentemente en estos 200 años de historia desde la independencia, y las causas y motivos han sido diversos, por ejemplo, golpes de Estados, dictaduras, guerras fratricidas, terremotos, faltas de trabajo”.
Sobre el contexto político nicaragüense dijo que “no queremos nuevamente una guerra y por eso es importante la solidaridad internacional con esta lucha desigual pero definitiva y es el pueblo nicaragüense el que tiene que decidir”.
