Conectados de manera virtual, periodistas de Nicaragua, Guatemala, Costa Rica, Honduras y El Salvador analizaron el estado de la libertad de prensa en la región.
Por Kattia Merlos, periodista de VOCES
Las embajadas del Reino de los Países Bajos y Canadá para naciones centroamericanas enlazaron, desde San José, Costa Rica, a profesionales del periodismo regional para analizar las amenazas que en estas sociedades está enfrentando el ejercicio de la prensa independiente.
El evento fue organizado en dos paneles, el primero fue “Medios bajo asedio digital en Centroamérica”, el cual contó con Cindy Regidor, periodista del medio Confidencial de Nicaragua; Amada Ponce, de la Fundación C-Libre de Honduras; Claudia Méndez, periodista de ConCriterio de Guatemala; y Carlos Salamanca, del medio digital salvadoreño El Faro.
Salamanca destacó que es difícil pensar qué roles pueden tener los Estados centroamericanos en un contexto donde precisamente quienes lideran las naciones son los que contribuyen al deterioro de la libertad de prensa. Respecto al asedio digital, remarcó los ataques directos a periodistas y al libre ejercicio del periodismo en la región.
El segundo panel “La voz de los grupos vulnerables” contó con los expertos: Martha Sánchez, del medio República 18, de Nicaragua; Evelyn Blanck, del Centro Civitas de Guatemala; María Fernanda Cruz, de Voz de Guanacaste, en Costa Rica; y Wendy Monterrosa, directora de Voz Pública, de El Salvador.
La periodista salvadoreña explicó que en su país se vive un momento complejo para hacer periodismo. En cuánto a la pregunta de ¿cómo están enfrentando las mujeres periodistas su labor en esta coyuntura?, dijo que “con valentía y determinación, pero con mucho miedo”.
También señaló que en El Salvador ya era difícil hacer periodismo, antes de la actual coyuntura, pues es un país donde existen marcadas brechas de género.
Recientemente, el informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) registró por segundo año consecutivo una de las caídas más pronunciadas para el caso de El Salvador, contrayéndose 30 puestos en el nivel de la libertad de prensa.
“Eso de alguna manera refleja lo que se está viviendo, el acoso, este hostigamiento que no se vivía desde la época del conflicto en El Salvador” resaltó Monterrosa.