Por Alexia Rugamas, periodista de VOCES
Cincuenta migrantes murieron tras ser abandonados dentro de un camión de carga a diez millas de la base aérea de Lackland, en San Antonio, Texas. El camión fue encontrado el lunes 27 de junio con 46 cadáveres, sin embargo, el número ascendió a 50 un día después del hallazgo.
Según el jefe de la Policía de San Antonio, William McManus, las puertas del camión de carga se encontraban entreabiertas cuando un trabajador de un edificio cercano se acercó al automotor y encontró los cuerpos.
El departamento de bomberos de San Antonio informó, que, de las personas dentro del camión, 16 personas fueron encontradas con vida y fueron trasladadas para recibir atención médica, doce eran adultos y cuatro menores de edad.
A pesar de las especulaciones, en una conferencia de prensa, las autoridades afirmaron que hasta el momento se desconoce el motivo por el que las personas estaban dentro del camión, sin embargo, la investigación federal está en curso para conocer el trasfondo de los hechos.
La directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI), Ericka Guevara Rosas, catalogó el hecho como “un devastador ejemplo de cómo políticas migratorias crueles y restrictivas solo empujan a personas migrantes y refugiadas a rutas de muerte”.
Roberto Velasco Álvarez, jefe de Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, mencionó a través de un tuit que entre las víctimas se encuentran 22 mexicanos, 7 guatemaltecos, 2 hondureños y 19 personas cuya nacionalidad es desconocida
La Canciller de El Salvador, Alexandra Hill Tinoco, mencionó también en redes sociales que se activaron los protocolos de emergencia para estas situaciones y afirmó que “los equipos del Consulado General de El Salvador en Laredo se encuentran en el lugar, desde que se conoció el hecho, para determinar si entre las víctimas hay salvadoreños”.