Hoy fue confirmada por el Senado.
El senado estadounidense confirmó a la exjueza federal, Ketanji Brown Jackson, como jueza de la Corte Suprema de Justicia con 53 votos a favor y 47 en contra.
Mientras era jueza de la Corte de Apelaciones del Circuito de Washington D.C., tuvo involucramiento directo en 4 casos del tema de inmigración mientras la administración Trump se encontraba en el poder.
Cuando el presidente estadounidense, Joe Biden, nominó a Jackson como una candidata al puesto vitalicio de jueza de la Corte Suprema de Justicia, el Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC, por sus siglas en inglés), la consideró con “el récord más desarrollado en temas relacionados con la inmigración, y su récord es mixto”.
Jackson votó a favor de que la corte federal detuviera las intenciones de la administración Trump de ampliar los poderes ejecutivos para ejecutar deportaciones. También, le ordenó al gobierno estadounidense que trajera de regreso a dos personas que fueron deportadas bajo un error de interpretación de los manuales para investigar solicitantes de asilo.
Por otra parte, la jueza rechazó una apelación a dos programas del gobierno de Trump que prevenían a solicitantes de asilo asesorarse jurídicamente con abogados y denegó otra apelación a la orden de construcción del muro que el expresidente Trump realizó por considerar que esta no podía ser conocido por el poder judicial.
La posición de jueza en la Corte Suprema de Justicia se abrió luego de que el juez Stephen Breyer anunciara su intención de renunciar a su trabajo vitalicio en la corte.
El presidente Biden observó la votación desde la Casa Blanca, mientras la vicepresidenta, Kamala Harris, la presidió.
Con la aprobación de Jackson, la correlación de jueces republicanos y demócratas en la Corte Suprema de Justicia se mantiene en 6 y 3, respectivamente.